Pulso

PULSO

Eduardo Meraz

Con tal de salvar el pellejo de la hija del compadre, en el estado de Guerrero estamos frente a una comedia política de enredos. El papelón de autoridades federales y estatales amenaza convertirse en un nuevo “crimen de Estado” y nueva “verdad histórica” por la muerte de un nuevo estudiante de Ayotzinapa.

En el propio Palacio Nacional han surgido diferentes versiones e hipótesis por el homicidio del normalista Yanqui Rothan Gómez Peralta la semana pasada, se suman el “extravío temporal” del personal de la Fiscalía General de la República y la fuga del policía que disparó al estudiante.

Asimismo, el infantil llamado presidencial para que el gendarme se entregue y no ponga en riesgo a sus familiares, no se sabe si es de una ternura ofensiva o esconde propósitos aviesos.

Que una semana después del crimen la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, anuncie haber aceptado las renuncias de Ludwig Marcial Reynoso Núñez y de Rolando Solano, a las secretarías de Gobierno y de Seguridad, respectivamente, así como la decisión de remover a la fiscal, Sandra Luz Valdovinos.

La fiscal de la entidad guerrerense, quien está de licencia, hizo saber su negativa a abandonar el cargo hasta que se cumpla el procedimiento legal correspondiente. Todos estos movimientos, sin tener avances adicionales en la investigación, genera más sospechas que certidumbre en la pulcritud de la investigación del caso.

En un mensaje a la prensa, la mandataria Evelyn Salgado dijo que tomó tales decisiones porque su gobierno está comprometido con los derechos humanos, procuración de justicia y el Estado de derecho, en un ejercicio de responsabilidad moral y coadyuvando a un proceso transparente.

Según la mandataria que, al buscar la gubernatura, aceptó le llamaran “torita”, aseguró que “en Guerrero hay un gobierno y una gobernadora que se mantienen firmes… nuestras instituciones son fuertes y garantizan el cumplimiento de la ley, ni un paso atrás con el compromiso con la paz, la justicia, la verdad y con el bienestar del pueblo”.

Sin embargo, la difusión de imágenes de cómo el crimen organizado impone su ley a la población guerrerense, en particular a quienes trabajan en el transporte público, la desmienten, pues es sabido cómo la delincuencia controla gran parte del territorio y actividades productivas de la entidad.

En tanto el senador Félix Salgado Macedonio -padrino del hijo menor del presidente totalmente palaciego- siguiendo el ejemplo de su compadre sostiene que en su entidad no pasa nada y sus habitantes son felices, felices.

Para completar esta comedia de enredos, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, publico en sus redes sociales el reconocimiento del gobierno del gobierno federal a la gobernadora Evelyn Salgado “con la justicia, la transparencia y el combate a la impunidad”, y calificó de valientes los ajustes en su gobierno.

El manejo del homicidio del estudiante 44 de Ayotzinapa ha sido “fatálico”; la búsqueda de la justicia en este caso, semeja la “resortera” con la cual -a decir del ejecutivo sin nombre y sin palabra- se abrieron paso los normalistas para derribar la puerta 1 de Palacio Nacional.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

A punto de llegar al medio centenar de actores políticos asesinados y más de 100 agresiones y ataques contra otros durante el actual proceso electoral, no son suficiente número para la chica de la cola de caballo, quien justifica este escenario, bajo el argumento de que la violencia no es generalizada, sino únicamente en ciertas regiones del país.

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@Edumermo

 

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