La reciente inestabilidad financiera en México ha generado preguntas sobre si el presidente Andrés Manuel López Obrador está saboteando a Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta electa. Antes de las elecciones, el escenario ideal para Sheinbaum era obtener la mayoría absoluta, pero no la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, las recientes declaraciones y movimientos de López Obrador han generado incertidumbre en los mercados.
El viernes anterior a las elecciones, la cotización del peso frente al dólar estaba en 17 unidades y el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa se ubicaba en poco más de 55 mil puntos. No obstante, para el viernes 7 de junio, el peso se había devaluado a 18.39 por dólar, una caída del 8.2% en una semana, y la Bolsa cerró en 52 mil 977 puntos, una disminución del 3.7%.
Algunos argumentan que es lógico que el tipo de cambio suba y la Bolsa caiga con la victoria de la izquierda, pero los mercados ya habían anticipado el triunfo de Sheinbaum.
La verdadera causa de la inestabilidad parece ser la preocupación sobre las acciones del nuevo gobierno con la Constitución y las leyes, dada la mayoría obtenida. Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena, mencionó que las reformas constitucionales de la 4T se aprobarían en septiembre, antes del inicio del gobierno de Sheinbaum. Aunque Sheinbaum intentó corregir esta declaración, López Obrador reiteró su intención de avanzar con la reforma judicial, lo que generó más inquietud en los mercados.
La percepción de que López Obrador podría estar limitando el margen de maniobra de Sheinbaum preocupa a los inversionistas. Las recientes declaraciones del presidente, enfatizando que “es más importante la justicia que los mercados”, han alimentado el temor de que no le importa si el país se enfrenta a una crisis financiera bajo el liderazgo de Sheinbaum. Esta situación sugiere que López Obrador podría estar creando condiciones de inestabilidad para el nuevo gobierno.
Por Luis Martínez Alcántara.