Adriana Dávila, ex senadora y vocera de Xóchitl Gálvez, afirmó que es vergonzoso que sea la candidata presidencial quien tenga que pedir a la ciudadanía le comparta copia de sus actas de escrutinio y cómputo para seguir reuniendo evidencias del fraude electoral de Estado del que fue victima, en lugar de que lo hagan los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD.
Fue más allá al criticar a los dirigentes Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, quienes integran la coalición Fuerza y Corazón por México, por no haber acreditado representantes de esos partidos en el 100 por ciento de las 170 mil casillas de la pasada elección federal.
“Más del 50 por ciento de las casillas quedaron abandonadas, a la deriva. Ahora de qué se quejan, era para tener copia de esos documentos y poder impugnar la elección con toda seguridad, pero se ve difícil”, advierte la vocera de Galvéz.
Dávila insistió en argumentar que es vergonzoso que sea la candidata presidencial Xóchitl Gálvez quien tenga que pedir a la ciudadanía le comparta copias de las actas de escrutinio y cómputo, cuando era obligación de los tres partidos acreditar representantes en cada casilla para contar con esos documentos y así sustentar una impugnación de los resultados.
“Ante la inexistente información con la que deberían contar las tres dirigencias partidistas sobre los resultados en cada casilla, es vergonzoso e injusto que sean los candidatos los que soliciten ayuda ciudadana para contar con las actas y sábanas electorales que den sustento a las impugnaciones”, sostuvo.
“Cómo no indignarse si el PAN solo registró representación en el 39 por ciento de las casillas y el PRI solo cubrió el 40.97 por ciento y el PRD 13.23 por ciento. Es decir, más de la mitad de las casillas quedaron a la deriva y abandonadas por quienes hoy en lugar de asumir su responsabilidad ante la tragedia electoral, intentan justificar las omisiones al frente de los partidos”, reprochó.
Dávila, también ex aspirante a la dirigencia nacional del PAN, reconoció que pese a la evidencia pública de la violación de principios constitucionales en el pasado proceso electoral, es muy difícil comprobarlo sin los documentos que lo acrediten.
“Fue pública y denunciada la ilegal intervención de los gobiernos morenistas encabezados por el presidente de México, en esta elección. Fue intencionalmente deficiente el trabajo del INE, que sí se tocó”, apuntó.
“Es hora de que los dirigentes partidistas de oposición, reconozcan que no estuvieron a la altura de sus militancias y de los mexicanos. ¡No más pretextos!”, reprochó Dávila, quien durante la campaña fungió como vocera de Xóchitl Gálvez.
Por Abel López Jiménez