Por Luis Martínez Alcántara
Las protestas contra Donald Trump se expandieron a más de 2 000 ciudades de Estados Unidos el 14 de junio bajo el lema “No Kings”. Convocadas por el movimiento 50501 y apoyo de organizaciones como ACLU e Indivisible, se reportan movilizaciones en ciudades clave como Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, Chicago y Miami.
Los manifestantes denunciaron medidas que consideran autoritarias: redadas migratorias, despliegue de guardia nacional y policías federales, además de recortes a programas sociales. Shouts como “No queremos un rey” y “Democracia, no dinastía” resonaron con fuerza, al mismo tiempo que se destacaba en redes el rechazo al uso de fuerza militar contra civiles.
Los Ángeles vivió momentos de tensión con enfrentamientos entre policías y manifestantes. Se usaron gas lacrimógeno, balas de goma y granadas de aturdimiento para dispersar a grupos que bloqueaban calles e incluso lanzaron piedras. En otras urbes predominó la protesta pacífica, con grandes marchas y vigilias ciudadanas.
El contraste fue evidente: mientras en Washington se celebraba el 250º aniversario del Ejército con un desfile militar, en el resto del país surgió una ola de resistencia que congregó a decenas de miles, e incluso millones de personas. Nueva York sumó más de 200 000 manifestantes bajo la lluvia. Fue muy criticado que permitieron que los niños utilizaran armas de alto poder.
Este estallido social, impulsado por ciudadanos, activistas, líderes políticos, veteranos y celebridades, marca la mayor muestra de rechazo popular desde el comienzo de su segundo mandato. Las protestas reflejan una profunda división ideológica y cuestionan el futuro democrático del país.
El movimiento 50501 hace referencia a su lema: “50 protests, 50 states, 1 movement” (“50 protestas, 50 estados, 1 movimiento”). Es una red ciudadana descentralizada fundada a inicios de 2025, principalmente en Reddit y redes sociales, con el objetivo de coordinar manifestaciones simultáneas en cada estado de EU contra lo que perciben como tendencias autoritarias del gobierno de Donald Trump.
