
Por Redacción
Ciudad de México, martes 2 de septiembre de 2025. Un estudio publicado en la revista Advances in Infectious Diseases ha revelado que aproximadamente el 95% de las correas de relojes (como Apple Watch y Fitbit) analizadas estaban contaminadas con bacterias potencialmente peligrosas. Investigadores de la Florida Atlantic University (FAU) recolectaron muestras de correas de diversos materiales —plástico, caucho, tela, cuero y metal (oro y plata)— utilizadas por distintos participantes, incluidos usuarios cotidianos y personas activas físicamente. Aunque prácticamente todas las correas presentaban algún nivel de contaminación, los materiales plásticos, de caucho y tela mostraron concentraciones significativamente mayores de bacterias en comparación con las metálicas, especialmente oro y plata, que presentaron niveles muy bajos o nulos.
La investigación detalló la presencia de bacterias específicas: Staphylococcus spp. (responsable de infecciones cutáneas o más graves en casos específicos) se detectó en el 85% de las correas; Escherichia coli (E. coli) apareció en el 60%, y Pseudomonas spp., vinculada a infecciones respiratorias o en heridas, en el 30%. La carga más alta de bacterias se encontró en correas utilizadas por personas que hacen ejercicio intensivo: sudor y fricción habrían favorecido su proliferación.
Aunque este hallazgo puede sonar alarmante, hay buenas noticias: los investigadores probaron desinfectantes caseros como spray Lysol y etanol al 70%, los cuales eliminaron hasta el 99.99% de las bacterias en solo 30 segundos, independientemente del material. En cambio, soluciones más caseras como el vinagre de manzana requirieron al menos dos minutos para lograr una reducción similar. Esto indica que con una limpieza adecuada y frecuente, gran parte del riesgo bacteriano puede desaparecer.
Es importante mencionar que aunque la presencia de estas bacterias no significa que la correa te enfermará inmediatamente, sí representa un punto de atención para personas con el sistema inmunológico débil, como pacientes hospitalizados o con enfermedades crónicas. Además, la investigación advierte que estas bacterias podrían ser reservorios de resistencia a antibióticos, lo que subraya la importancia de mantener higiene constante en objetos en contacto directo con la piel, como relojes inteligentes, audífonos o teléfonos.
Históricamente, este tipo de objetos personalizados y de uso continuo, como correas de reloj, son frecuentemente ignorados en las rutinas de limpieza diaria. El estudio apunta a que, dada la frecuencia de uso y el contacto prolongado con la piel, es esencial incluir estos accesorios en prácticas sanitarias regulares, especialmente cuando se realiza actividad física o se vive en climas cálidos.
Esta investigación se suma a un creciente corpus de estudios que destaca cómo objetos comunes en contacto con la piel pueden convertirse en vectores de microorganismos. Aunque no hay guías oficiales sobre cada cuánto limpiar las correas, los expertos sugieren hacerlo diariamente si se ejercita mucho o al menos semanalmente en casos de uso regula
Este estudio —que detectó bacterias en el 95% de las correas analizadas, mostró diferencias por material, reforzó la eficacia de desinfectantes y planteó precauciones especiales para personas vulnerables— invita a repensar hábitos cotidianos y adoptar medidas de limpieza simples para preservar nuestra salud sin abandonar gadgets tecnológicos.