
Por Monserrat Californias
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha emitido una advertencia preocupante: el Ártico está experimentando un calentamiento más de tres veces superior al promedio global. Este fenómeno, conocido como “amplificación ártica”, se debe en gran parte a la pérdida de hielo marino, que reduce la capacidad de la región para reflejar la luz solar, aumentando así la absorción de calor.
Este cambio no solo afecta al Ártico, sino que también tiene implicaciones globales, alterando patrones climáticos y provocando fenómenos meteorológicos extremos en otras partes del mundo.
El informe de la OMM destaca que hay un 80% de probabilidad de que al menos uno de los próximos cinco años registre temperaturas récord, superando los 1.5°C por encima de los niveles preindustriales. Este umbral es significativo, ya que representa el límite establecido en el Acuerdo de París para evitar los peores impactos del cambio climático. Superar este límite, aunque sea temporalmente, podría tener consecuencias graves para los ecosistemas y las comunidades humanas.
En el Ártico, se espera que las temperaturas invernales aumenten en promedio 2.4°C por encima de la media de los últimos 30 años. Este calentamiento acelerado está provocando el deshielo de capas de hielo y glaciares, lo que contribuye al aumento del nivel del mar y amenaza a las comunidades costeras en todo el mundo. Además, la pérdida de hielo marino afecta a la fauna ártica, como los osos polares y las focas, que dependen del hielo para su supervivencia.
El informe también señala que otras regiones del mundo experimentarán cambios significativos en los patrones de precipitación. Se prevén lluvias superiores a la media en áreas como el Sahel, el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia, mientras que el Amazonas podría enfrentar condiciones más secas de lo habitual. Estos cambios pueden afectar la agricultura, la disponibilidad de agua y la biodiversidad en estas regiones.
Ante esta situación, la OMM insta a una acción urgente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global. Enfatiza que cada fracción de grado cuenta y que es esencial implementar políticas y medidas que promuevan la sostenibilidad y la resiliencia climática.