
Por Monserrat Californias.
Los Tigres del Norte fueron homenajeados en Brooklyn, Nueva York, al nombrarse una calle en su honor, reconociendo su impacto cultural y musical en la comunidad latina de Estados Unidos. Con más de cinco décadas de trayectoria, la agrupación ha sido galardonada con múltiples premios Grammy y Latin Grammy, y es conocida por abordar temas sociales como la migración y la justicia en su música.
En contraste, el cantante mexicano Julión Álvarez enfrentó un revés al cancelarse su visa estadounidense, lo que lo obligó a posponer un concierto programado en Arlington, Texas, ante 50,000 fanáticos. Álvarez expresó su decepción y explicó que no recibió una razón específica para la revocación de su visa.
Esta no es la primera vez que Álvarez enfrenta problemas con su visa. En 2017, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico, aunque posteriormente fue declarado inocente y eliminado de la lista negra en 2022.
La situación de Álvarez refleja una tendencia en la que artistas mexicanos enfrentan restricciones de entrada a EE. UU. debido a preocupaciones sobre vínculos con el crimen organizado. Recientemente, miembros de Los Alegres del Barranco también tuvieron sus visas revocadas tras proyectar la imagen de un líder narco durante un concierto.
Mientras Los Tigres del Norte continúan siendo celebrados por su contribución cultural, el caso de Julión Álvarez destaca los desafíos que algunos artistas enfrentan en el ámbito internacional debido a políticas de seguridad y migración. Ambos casos subrayan la compleja relación entre la música regional mexicana y las políticas de Estados Unidos.