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Por Luis Martínez Alcántara

Andrés Guardado, una figura emblemática del fútbol mexicano, anunció su retiro del balompié profesional tras 19 años de carrera. Conocido cariñosamente como “El Principito”, Guardado ha dejado una huella imborrable en el deporte, tanto a nivel de clubes como con la selección nacional. 

Su despedida se da mientras jugaba para el Club León, equipo con el que enfrentó varios desafíos físicos que limitaron su participación en la cancha. A través de sus redes sociales, expresó su gratitud al fútbol y a todos los que lo apoyaron a lo largo de su trayectoria.

Nacido el 28 de septiembre de 1986 en Guadalajara, Jalisco, Guardado debutó en el Atlas F.C. en 2005, donde rápidamente destacó por su talento y versatilidad en el mediocampo. Durante su carrera, jugó para varios clubes europeos, incluyendo Deportivo La Coruña, Valencia, Bayer Leverkusen, PSV Eindhoven y Real Betis. En total, acumuló más de 500 partidos en Europa, convirtiéndose en el mexicano con más encuentros disputados en el viejo continente.

Guardado también es recordado por su destacada trayectoria con la selección mexicana. Con 181 partidos y 28 goles, es el jugador con más apariciones en la historia del “Tri”. Participó en cinco Copas Mundiales (2006, 2010, 2014, 2018 y 2022), un logro que solo comparten unos pocos futbolistas a nivel global. Su liderazgo y experiencia fueron cruciales para el equipo nacional durante años.

A lo largo de su carrera, Guardado no solo se destacó por su habilidad técnica y visión de juego, sino también por su capacidad para influir positivamente en sus compañeros. Fue un líder natural dentro del vestuario del Real Betis, donde ayudó al equipo a conquistar la Copa del Rey en 2022. Su legado se extiende más allá de los trofeos; es considerado un modelo a seguir para las nuevas generaciones de futbolistas mexicanos.

Con su retiro, Andrés Guardado cierra un capítulo significativo en la historia del fútbol mexicano. Sin embargo, ha dejado claro que seguirá vinculado al deporte que ama. Su impacto perdurará no solo por sus logros individuales y colectivos, sino también por la inspiración que ha brindado a jóvenes futbolistas que aspiran a seguir sus pasos. La despedida de este ícono marca el final de una era dorada para el fútbol mexicano.

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