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Guerrero fue arrestado el 4 de febrero en Doha, después de acudir a una cita organizada a través de la aplicación 'Grindr'.

Por Luis Martínez Alcántara 

 

CIUDAD DE MÉXICO.- Manuel Guerrero Aviña, mexicano-británico, regresó a México tras haber sido detenido durante seis meses en Qatar, en lo que describió como una experiencia que fortaleción su convicción de seguir luchando por los derechos LGBT.

Guerrero fue arrestado el 4 de febrero en Doha, después de acudir a una cita organizada a través de la aplicación ‘Grindr’, en un operativo encubierto realizado por las autoridades qataríes.

Durante su detención, Guerrero denunció haber sido sometido a torturas físicas y psicológicas, lo que lo llevó a recibir atención médica en Londres antes de regresar a México.

En una conferencia de prensa, Manuel Guerrero expresó su gratitud hacia su familia, amigos y la comunidad LGBT, quienes le brindaron un apoyo incondicional durante su difícil proceso judicial. Agradeció especialmente a su hermano Enrique, su madre y su tía, quienes fueron su mayor fortaleza en esos momentos.

Guerrero también destacó el papel crucial de los medios de comunicación, cuya cobertura permitió visibilizar las injusticias que enfrentan las personas LGBT en países como Qatar.

Guerrero Aviña denunció las condiciones inhumanas e insalubres a las que son sometidas las personas privadas de libertad en Qatar y la persistencia del estigma y la ignorancia hacia las personas que viven con VIH. Subrayó la necesidad de seguir luchando por un mundo donde todos, sin importar su orientación sexual o estado de salud, puedan vivir con dignidad y libertad.

Asimismo, agradeció a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México por su intervención en el caso, y a organizaciones como Amnistía Internacional, que cubrió los gastos de su defensa legal.

Manuel Guerrero anunció su intención de apoyar a Xuma, una organización de derechos humanos creada a partir de su caso, con la finalidad de defender otras injusticias similares y enfatizó que su experiencia debe servir como un catalizador para la lucha por los derechos LGBT, no solo en Qatar, sino en todo el mundo.

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