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  • Interpretan piezas de Astor Piazzolla, Enrique Granados, Manuel de Falla, Ernesto Lecuona, Carlos Guastavino y Agustín Lara

 

La noche del viernes, 16 de agosto, el patio central de la Antigua Casona de Xicoténcatl fue sede de la presentación de la mezzosoprano María Luisa Tamez y del pianista Erik Cortés Alcántara, quienes ofrecieron el recital “España y Argentina”, con piezas de Astor Piazzolla, Enrique Granados, Manuel de Falla, Ernesto Lecuona, Carlos Guastavino y Agustín Lara.

El concierto, que tuvo una duración de más de una hora, con un intermedio, inició con las canciones “Oh, muerte cruel”, “Ay majo de mi vida” y “De aquel majo amante”, de Enrique Granados, quien fue un compositor español, pianista y pedagogo, vinculado con movimientos modernistas.

Luego cautivaron al público con las “Siete canciones populares”, de Manuel de Falla: “El paño moruno”, “Seguidilla murciana”, “Asturiana”, “Jota”, “Nana”, “Canción” y “Polo”, canciones que fueron estrenadas en Madrid en 1915 y las cuales le ayudaron al compositor español a ganar reconocimientos a nivel internacional.

Al término del intermedio, María Luisa explicó que esta es la primera ocasión, durante su carrera como profesional, que interpreta tango, género que calificó como “textos maravillosos”, por lo que empezó con “María la O” y “Siboney”, de Ernesto Lecuona.

Posteriormente entonaron “Pampampa”, de Carlos Guastavino; continuaron con “Celos”, de Jacob Gade, pieza que fue escrita en 1925 para el estreno danés de la película muda americana “Don Q, Son of Zorro” e inspirada por el relato de un hombre que mató a su esposa en una pasión de celos.

Luego, el pianista Erik Cortés tocó “Por una cabeza”, de Carlos Gardel, con la letra de Alfredo Le Pera, que hace referencia al fanatismo por las carreras de caballos.

Posteriormente, María Luisa Tamez y Erik Cortés tocaron en dueto “Alguien le dice al tango”, de Astor Piazzolla; “Júrame” de María Grever y “Tango núm. 1”, de Mariano Mores, canciones que, explicó la mezzosoprano, son de despedida.

Los músicos concluyeron con “Arráncame la vida”, de Agustín Lara, melodía compuesta cuando el compositor llegó a México y, expuso María Luisa, que “Agustín Lara se inspiró cuando escuchaba ruidos y los cantos de amor que sucedían cuando él vivía en la parte de arriba de un bar”.

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