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Por Redacción:

Ciudad de México, 3 de octubre de 2025. La Marina israelí interceptó entre la noche del miércoles 1 y la madrugada del jueves 2 la Global Sumud Flotilla, un convoy civil de más de 40 embarcaciones con alrededor de 400–500 activistas que navegaba con ayuda simbólica hacia Gaza; la mayoría de los barcos y sus tripulantes fueron conducidos al puerto de Ashdod y quedaron bajo custodia para deportación, informó el Gobierno israelí y confirmaron agencias y medios internacionales con registro de las operaciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel señaló que todos los pasajeros serían trasladados a Israel “antes de su deportación a Europa”, mientras Reuters, The Washington Post y CBS/AP verificaron mediante videos y cronologías que comandos navales abordaron las naves a decenas de millas de la costa gazatí.

Para el caso mexicano, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó el jueves que seis connacionales fueron llevados por las autoridades israelíes a Ashdod y de ahí serán transferidos al centro de detención de Ketziot, en el desierto del Negev, junto con otros participantes; detalló también que una séptima mexicana —que viajaba en la embarcación de apoyo legal de la flotilla— no fue detenida y se dirige a Chipre.

Los nombres de las y los mexicanos que viajaban en el convoy han sido difundidos públicamente por la prensa y referidos por la Presidencia: Carlos Pérez Osorio, Ernesto Ledesma Arronte, Sol González Eguía, Arlín Gabriela Medrano Guzmán, Laura Alejandra Vélez Ruiz Gaitán, Miriam Moreno Sánchez y Diego Vázquez Galindo; en la conferencia matutina del jueves, Claudia Sheinbaum Pardo exigió la entrega inmediata de los detenidos y señaló que “no cometieron ningún delito”.

La cronología verificable es la siguiente: el 1 de octubre por la noche, unidades navales israelíes abordaron y tomaron control de la mayoría de los barcos de la Global Sumud cuando navegaban a 70–75 millas de Gaza; para el 2 de octubre por la mañana, los tripulantes comenzaron a ser llevados a Ashdod para su procesamiento migratorio; y durante el día, el Ministerio de Exteriores israelí y medios internacionales reportaron que los activistas serían deportados. En ese lapso, los organizadores de la flotilla difundieron testimonios y transmisiones en vivo que mostraron el momento del abordaje y denunciaron uso de chorros de agua, granadas aturdidoras y drones, while Israel defendió la operación como una medida de seguridad en una “zona de combate” y reiteró que la ayuda debía entregarse por canales oficiales.

Entre las personas de alto perfil detenidas se identificó a la activista sueca Greta Thunberg, quien viajaba en uno de los barcos principales; fotografías y videos de su detención y traslado fueron verificados por agencias y cadenas estadounidenses. Israel sostuvo que ninguna embarcación rompió el bloqueo y que el destino de los pasajeros sería la expulsión tras su paso por instalaciones de detención, siguiendo precedentes de intercepciones anteriores.

Sobre el estatus exacto de la flotilla, medios europeos reportaron que casi todos los barcos fueron interceptados, aunque por horas se mantuvo incertidumbre respecto de una embarcación identificada como Mikeno, cuya localización fue objeto de versiones encontradas; The Guardian y Financial Times recogieron que pudo acercarse a aguas palestinas antes de que Israel asegurara haber neutralizado al conjunto. Este punto se mantiene en revisión periodística a partir de las comunicaciones oficiales.

En México, la Cancillería aseguró que personal de la Embajada en Israel acudió a Ashdod para solicitar acceso consular, verificar condiciones y garantizar derechos conforme al derecho internacional, mientras La Jornada y OEM informaron que el Gobierno envió notas diplomáticas y que los detenidos serían trasladados a Ketziot, un centro de alta seguridad ubicado cerca de la frontera con Egipto.

En el plano jurídico y de contexto, organizaciones como Amnistía Internacional y Front Line Defenders calificaron la intercepción en aguas internacionales como “ilegal” y contraria al derecho marítimo, argumento que también sostuvieron capitanes de la flotilla en entrevistas con Cadena SER; Israel, por su parte, defendió la legalidad del bloqueo y justificó su actuación en consideraciones de seguridad nacional, además de ofrecer canalizar la ayuda por rutas controladas. Reuters y AFP explicaron que el procedimiento habitual tras intercepciones de este tipo incluye detención, audiencias migratorias y deportación.

Hasta el cierre de esta edición, la información verificada sobre mexicanos atrapados en la operación es: seis personas retenidas por Israel camino a Ketziot, con gestión consular en curso, y una connacional en ruta a Chipre desde la embarcación de apoyo legal. Los nombres arriba referidos provienen de listados publicados por prensa mexicana y de alusiones hechas por la Presidencia; la SRE no difundió oficialmente la identidad de los detenidos en su comunicado, pero sí su traslado y la activación de asistencia. Cualquier cambio de estatus —liberación, deportación o retorno— dependerá de los trámites migratorios israelíes y de gestiones diplomáticas que México dijo mantener “por todos los medios legales y diplomáticos posibles”.