
Por Luis Martínez Alcántara
Francia lanzó un concurso internacional de arquitectura para renovar el Museo del Louvre, en el marco del ambicioso proyecto “Louvre – Nouvelle Renaissance”, anunciado por el presidente Emmanuel Macron. La ministra de Cultura, Rachida Dati, difundió la convocatoria en su cuenta de X, destacando la intención de dar un “nuevo impulso arquitectónico y cultural” cuarenta años después de la emblemática pirámide de I.M. Pei.
La reforma contempla la creación de una nueva gran entrada en la fachada oriental del antiguo palacio, conocida como columna de Perrault, para descongestionar la icónica pirámide de vidrio inaugurada en 1988, la cual fue diseñada para cuatro millones de visitantes al año pero hoy recibe cerca de nueve millones.
Con el concurso abierto a arquitectos de todo el mundo, se estima que la selección del diseño ganador se realizará en la primera mitad de 2026, dando paso a un periodo de obras que culminaría en 2031.
Además de la nueva entrada, el plan incluye un espacio independiente y dedicado a la famosa “Gioconda” (Mona Lisa), permitiendo que la obra tenga un acceso autónomo con entrada adicional a partir de 2031, cuando se inauguren las obras. Este cambio responde a la afluencia diaria de más de 20 000 personas que tramitan por la pequeña sala que actualmente alberga el cuadro.
El proyecto, estimado entre 700 y 800 millones de euros —aunque sindicatos elevan el costo hasta 1 000 millones—, será autofinanciado principalmente por ingresos del museo, la filial de Abu Dhabi, donaciones privadas y por una nueva tarifa diferenciada que entrará en vigor el 1 de enero de 2026 para visitantes no pertenecientes a la UE.
Se espera que esta medida aporte alrededor de 20 millones de euros anuales adicionales si se alcanza una afluencia de 12 millones de visitantes. Este concurso representa la renovación más ambiciosa del Louvre desde la construcción de la pirámide por I.M. Pei en 1988, redefiniendo su acceso, condiciones de visita y espacio de exhibiciones.