En un contexto electoral marcado por la polarización y la violencia, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, exhortó a los partidos políticos y a la población en general a conducir las campañas electorales en un ambiente de paz y respeto mutuo.
En un mensaje dirigido a los católicos yucatecos, el Arzobispo instó a participar de manera cívica en el proceso electoral y a superar las diferencias políticas sin recurrir a la violencia ni dañar a otras personas.
El prelado expresó su preocupación por la ola de violencia que ha marcado el proceso electoral en México, señalando que las diferencias políticas no deben convertirse en motivo de división y conflicto en las familias y la sociedad en general.
En este sentido, hizo un llamado a la reflexión sobre la importancia de ejercer los derechos ciudadanos de manera pacífica y respetuosa, sin afectar los derechos de otros ciudadanos, por lo cual, hizo un llamó a los partidos políticos y a la población en general a conducir las campañas electorales en un ambiente de paz y respeto mutuo
El líder religioso destacó que las campañas políticas deben ser un espacio de debate y diálogo democrático, pero nunca un motivo de ruptura y desencuentro entre las familias.
Resaltó la importancia de participar activamente en el proceso electoral, eligiendo al partido político de preferencia, pero siempre respetando los derechos y opiniones de los demás ciudadanos.
El arzobispo subrayó que la violencia y la confrontación no son el camino para construir un mejor país, y que es responsabilidad de todos los ciudadanos contribuir a un ambiente de paz y respeto.
En este sentido, llamó a los políticos a ser ejemplo de civilidad y a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto de manera informada y consciente.
El llamado del arzobispo Gustavo Rodríguez Vega se suma a los esfuerzos de diversos sectores de la sociedad yucateca y mexicana por promover una cultura política basada en el respeto, la tolerancia y la paz.
En un contexto electoral marcado por la polarización y la violencia, mensajes como el del arzobispo son fundamentales para fortalecer la democracia y construir un país más justo y equitativo para todos.
(Nota de Abel López Jiménez).
