El Juzgado Quinto de Distrito con sede en Cuernavaca, Morelos, concedió la protección de la justicia federal a un menor de edad que se le negó el derecho a cursar el siguiente ciclo escolar en un instituto educativo, debido a que sufre Trastorno por Déficit de Atención (TDA).
En la sentencia, la juzgadora Martha Eugenia Magaña López también otorgó el amparo y protección a su hermano, a quien de igual manera se le prohibió continuar en el colegio, por el simple hecho del parentesco.
Los dos hermanos fueron representados por sus padres, quienes fueron notificados de la determinación por la impartidora de justicia, a través del método de lectura fácil.
El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) informó en un comunicado que la jueza Magaña López, obliga de esa manera a autoridades del centro educativo, ubicado en el fraccionamiento Lomas de Cocoyoc, a admitir nuevamente a los niños para que sigan cursando el presente ciclo escolar.
También instruyó a los directivos y personal escolar a tomar cursos de capacitación, a fin de atender debidamente a los estudiantes que sufren de ese tipo de trastorno.
Se expuso que un instituto escolar localizado dentro del fraccionamiento Lomas de Cocoyoc, en Morelos, decidió negarle a Luis Patricio continuar el siguiente ciclo escolar, bajo el argumento de que el menor sufre de TDA. José María, su hermano, corrió la misma suerte y aunque no padece de ese trastorno, le aplicaron la misma decisión por el simple hecho de ser su hermano.
Los padres de los niños trataron de solucionar esta situación con las autoridades escolares; sin embargo, éstas se negaron a permitir a los hermanos continuar estudiando.
Fue entonces que la familia decidió recurrir al amparo contra el colegio, ante el Juzgado Quinto de Distrito de la entidad morelense, pero fue impugnado en primera instancia.
Después de cuatro años de proceso, la juzgadora federal notificó a los quejosos concederles el amparo, a fin de que Luis Patricio y José María puedan regresar a la escuela, aunque éstos ya se habían trasladado a otra entidad para continuar sus estudios.
En la resolución, la jueza Magaña López también obliga a la dirección del centro educativo a implementar un sistema de capacitación, dirigido a las profesoras y profesores, para que de inmediato atiendan a los alumnos que enfrentan TDA, por tratarse de una afección crónica referente a la hiperactividad, la dificultad para mantener la atención; a comportamientos impulsivos y compulsivos; a la ansiedad e inclusive a la baja autoestima.