En los últimos años, la economía global ha experimentado una montaña rusa de incertidumbre, enfrentando desafíos que van desde tensiones comerciales hasta crisis sanitarias de proporciones históricas. México no ha sido ajeno a este panorama volátil, enfrentando una serie de desafíos que han puesto a prueba la resiliencia de su economía. La inflación, tanto a nivel mundial como nacional, ha sido un factor clave que ha influido en las decisiones empresariales y en la confianza de los inversionistas.

La pandemia, en particular, ha dejado una huella significativa en la economía mexicana. Las restricciones impuestas para contener la propagación del virus, junto con la interrupción de las cadenas de suministro a nivel global, generaron un impacto sin precedentes. Empresas de diversos sectores se vieron obligadas a adaptarse a nuevas realidades, y muchos enfrentaron desafíos económicos considerables.

Sin embargo, el optimismo actual reflejado en el último International Business Report (IBR) publicado por Salles Sainz Grant Thornton en México podría señalar un cambio de tendencia. La mejora en las perspectivas económicas y las expectativas de inversión en México indican que, a pesar de los desafíos recientes, el país está en camino de superar la incertidumbre económica que ha caracterizado esta última etapa.

Es crucial reconocer que la confianza empresarial no surge en el vacío; está intrínsecamente relacionada con la capacidad de la economía para adaptarse y evolucionar. La inversión en tecnologías de la información, destacada en el informe, sugiere que las empresas mexicanas están buscando no solo recuperarse, sino también fortalecerse y prepararse para un futuro cada vez más digital.

Mauricio Brizuela, Socio Director de Salles Sainz Grant Thornton comenta que este periodo de incertidumbre económica ha sido un catalizador para la reflexión y la innovación. Las lecciones aprendidas y las estrategias implementadas durante estos años turbulentos están sentando las bases para un crecimiento más sólido y sostenible en el futuro. En este contexto, México, con su optimismo renovado y su enfoque en la inversión, podría estar señalando el comienzo de una nueva etapa de desarrollo económico, superando las sombras de la reciente inflación global y las afectaciones derivadas de la pandemia.

Es así como México emerge como un faro de optimismo, y las cifras del International Business Report (IBR) respaldan esta percepción. Al cuestionar a empresarios del mercado medio sobre sus expectativas para los próximos 12 meses, el informe revela una mejora significativa en el optimismo en comparación con periodos anteriores. Este fenómeno se presenta como un fuerte impulso para el crecimiento económico del país.

Según los datos obtenidos, el 81% de los empresarios mexicanos se muestra optimista respecto a las perspectivas de la economía nacional. Esta cifra supera con creces el 72% registrado en el primer semestre de 2023, indicando una clara tendencia al alza. Este aumento en la confianza empresarial podría atribuirse a diversos factores, como políticas gubernamentales favorables, avances en infraestructura y la resiliencia de la economía mexicana frente a desafíos globales.

En comparación con Canadá y Estados Unidos, México destaca como un líder en optimismo económico. Mientras que en Canadá se registra un 48% de optimismo, mostrando una disminución del 23% en comparación con el reporte anterior, y en Estados Unidos se observa un decremento del 3%, alcanzando el 72%, México se posiciona como un motor de confianza para inversionistas y empresarios.

Es importante destacar que, según el mismo informe, la inversión juega un papel crucial en este panorama optimista. El crecimiento económico no solo depende de la confianza empresarial, sino también de la inyección de capital en sectores estratégicos. Aquí es donde México brilla nuevamente: el 61% de los empresarios espera un aumento en la inversión en Tecnologías de la Información durante los próximos 12 meses. Este incremento es significativo en comparación con el 54% registrado en el periodo anterior, indicando una clara apuesta por la innovación y la digitalización.

En contraste, Canadá y Estados Unidos muestran una tendencia decreciente en las expectativas de inversión en Tecnologías de la Información. En Canadá, el 50% espera un aumento, una disminución desde el 56% en el reporte anterior. En Estados Unidos, el 70% de optimismo refleja una caída del 6% con respecto al 76% previamente registrado.

De acuerdo con Mauricio Brizuela, estos datos revelan la importancia de la inversión como catalizador del crecimiento económico. México, al mantener un panorama optimista y una creciente apuesta por la innovación, se presenta como un ejemplo a seguir en la región. La confianza empresarial y la inversión son los cimientos sobre los cuales se construye el desarrollo económico sostenible, y México está avanzando con paso firme hacia ese horizonte prometedor.

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