Reapertura Pastora

Monterrey Nuevo León 15 de Octubre 2020. Reapertura de la Pastora, Covid-19, Virus, Contagios. Fotos: Raúl Palacios/ Milenio/ Monterrey

Por Redacción:

Ciudad de México, lunes 29 de septiembre de 2025. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) confirmó el traslado por vía aérea de la osa negra “Mina” desde el zoológico La Pastora (Guadalupe, Nuevo León) hacia la Fundación Invictus, en Pachuca, Hidalgo, donde quedó bajo cuidado intensivo de un equipo de veterinarios y especialistas en fauna silvestre. La autoridad federal informó que el movimiento se autorizó aun con riesgos por el estado extremadamente delicado del ejemplar, tras una primera valoración clínica que detectó infección bacteriana y daño renal y hepático, además de lesiones en las extremidades; la decisión se tomó al considerar que el centro hidalguense ofrecía la mejor oportunidad de estabilización y tratamiento. El operativo quedó asentado en comunicados y notas de prensa que muestran la caja de transporte con sellos de Invictus y la supervisión de personal de Profepa.

El caso reventó hace cuatro días, cuando videos virales exhibieron a “Mina” en condiciones precarias dentro de un recinto de concreto; en cuestión de horas Profepa inició inspecciones e integró un grupo de médicos externos para evaluar si era viable moverla sin ponerla en riesgo. En ese primer corte la dependencia advirtió que sedarla para estudios invasivos podía poner en peligro su vida; pese a ello, la progresión clínica y la infraestructura disponible inclinaron la balanza hacia el traslado y atención especializada fuera de Nuevo León. Medios nacionales y locales documentaron también cambios administrativos en La Pastora, incluida la separación del coordinador general, mientras se deslindan posibles negligencias.

En Hidalgo, la Fundación Invictus reportó a la llegada que la osa se encuentra estable dentro de la gravedad, con monitoreo 24/7 y protocolos para infecciones sistémicas y fallo renal/hepático. Versiones difundidas por la prensa apuntan que el equipo médico cuenta con especialistas invitados y que los primeros días se concentrarán en hidratación, analgesia, antibióticos y curación de las lesiones en patas para recuperar movilidad y apetito antes de plantear intervenciones mayores. El traslado —según confirmó Profepa— se realizó por vía aérea, con jaulas de contención y medidas para reducir estrés.

Del lado político, la titular de Amar a Nuevo León, Mariana Rodríguez Cantú, salió a defender al zoológico La Pastora y sostuvo que “Mina” llegó enferma desde 2023, cuando Profepa la entregó al parque “en custodia definitiva”; añadió que, aunque la osa come, se hidrata y duerme, su padecimiento es irreversible y que será la autoridad federal quien tenga la última palabra sobre el tratamiento o eventuales medidas extremas. En sus mensajes y entrevistas, Rodríguez enfatizó que hay documentos que prueban las condiciones de ingreso del ejemplar (anemia, dermatitis, insuficiencia renal y leptospirosis) y que el parque siguió las indicaciones de la federación. La postura fue recogida por Infobae y Yahoo Noticias, entre otros, en paralelo a la indagatoria de Profepa sobre el manejo del recinto.

La línea de tiempo queda, por ahora, así: rescate original (2023) y entrega del ejemplar a La Pastora bajo paraguas de Profepa; denuncia ciudadana con imágenes del deterioro (septiembre de 2025) y viralización; inspecciones y dictámenes preliminares que desaconsejan sedación; decisión de traslado y vuelo a Fundación Invictus; arribo a Pachuca con cuidados intensivos y una investigación abierta sobre posible negligencia en el zoológico. Entre tanto, reportes periodísticos consignan que Profepa extenderá la revisión al resto de animales del parque y que el caso activó medidas correctivas internas.

¿Qué es verificable al cierre de esta edición? Que “Mina” ya está en Hidalgo, bajo tratamiento de un equipo especializado; que su estado es crítico y con riesgos si se somete a anestesia; que Profepa ejecutó el traslado y abrió una investigación; y que Mariana Rodríguez sostiene que la osa ya padecía enfermedades graves desde su llegada en 2023 y que la federación definirá el camino terapéutico. Lo que aún no existe es un parte clínico definitivo sobre prognosis ni una resolución de la autoridad sobre responsabilidades del recinto. Hasta entonces, el foco está en estabilizar al animal y transparentar cada eslabón del manejo.

En términos de política pública, el expediente expone tensiones entre custodia federal y operación estatal de UMAs/zoológicos: Profepa recuerda que regula y supervisa a los recintos, pero muchas decisiones cotidianas recaen en los equipos locales; el caso “Mina” obligó a recentralizar el control del ejemplar para maximizar sus posibilidades de sobrevivencia. Que el traslado se haya hecho contra reloj habla del deterioro y de la premisa veterinaria de primero estabilizar, luego diagnosticar a profundidad. En lo social, el episodio enciende una alarma útil: videos de 10 segundos pueden forzar supervisión y acciones correctivas cuando faltan mecanismos preventivos robustos; de cara a los siguientes días, lo que definirá la narrativa no serán los hashtags, sino los biomarcadores de la osa y los dictámenes de la autoridad.