Por Luis Martínez Alcántara
Oficialmente, Marruecos se sumó a la lista de países que aspiran a recibir la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en 2029, informó Fouzi Lekjaa, presidente de su federación de fútbol. El país magrebí ya presentó su intención junto con la postulación para el Mundial de Fútbol Sala 2028, buscando consolidarse como un polo deportivo en el continente africano. Esta decisión refuerza su ambición tras acoger exitosamente ediciones previas en 2013, 2014 y 2023.
El atractivo de Marruecos radica en su infraestructura y experiencia. El país ha invertido millones de dólares en renovar estadios y construir nuevos recintos como el Estadio Hassan II en Casablanca, que abrirá en 2028 con capacidad para 115 000 aficionados, convirtiéndose en uno de los más grandes del mundo. Además, cuenta con sedes emblemáticas en Rabat, Tánger, Marrakech, Agadir y Fez, conectadas o planes de conexión mediante trenes de alta velocidad y expansión aeroportuaria.
Este movimiento forma parte de una estrategia más amplia de diplomacia deportiva. Marruecos busca proyectar una imagen moderna y competitiva, impulsando el turismo, la economía y su presencia global. El país ha demostrado su capacidad organizativa en competiciones de la CAF y la FIFA, y ahora apuesta por eventos de más alto nivel como paso previo al Mundial 2030, que planea coorganizar junto con España y Portugal .
A pesar de las críticas internacionales que suelen surgir sobre derechos humanos o inversiones excesivas, Marruecos confía en que su candidatura fortalezca su imagen internacional y sirva de impulso sostenible para infraestructuras deportivas y urbanas. Según Lekjaa, la lógica es presentar propuestas sólidas con respaldo estatal y federativo, listos para competir en igualdad con otras potencias como Brasil, Estados Unidos o Australia.
En los próximos meses, la Federación Real Marroquí de Fútbol deberá oficializar su candidatura ante la FIFA, presentando su expediente técnico, económico y logístico. Si Marruecos logra convencer al máximo organismo, su éxito abriría una etapa inédita de gran impacto continental, reafirmando su lugar en el mapa deportivo global y consolidando su recorrido hacia el Mundial 2030 como anfitrión de talla mundial.
