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Por Luis Martínez Alcántara

El titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, ha denunciado una “conspiración” en Estados Unidos que facilita la entrada ilegal de armas al país, lo que beneficia a los cárteles de la droga y afirmó que el 74% de las armas que llegan a México provienen de EU, mismas que se distribuyen principalmente entre los grupos criminales más poderosos, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Gertz subrayó que los esfuerzos del gobierno mexicano para frenar este tráfico se ven obstaculizados por un sistema de control estadounidense ineficaz. Según él, las solicitudes de información sobre armas confiscadas en México pueden tardar meses en ser atendidas, lo que limita gravemente la capacidad del país para rastrear y detener el flujo de armamento ilegal.

Esta situación se agrava por la producción industrial de armamento en EU, que no solo es abundante, sino también sofisticada, con armas de alto calibre que incrementan la letalidad del crimen organizado en México.

El fiscal también destacó un informe reciente de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF), que confirma que cada año se trafican alrededor de 200,000 armas desde EU hacia México. Este informe es significativo porque proporciona evidencia oficial del problema y podría servir como un argumento sólido para las negociaciones entre ambos países, especialmente con el próximo gobierno del presidente electo Donald Trump. Gertz enfatizó la necesidad urgente de colaboración bilateral para abordar esta crisis.

La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó las afirmaciones de Gertz, señalando que este tipo de informes son cruciales para fortalecer la posición de México en futuras conversaciones con EU sobre el tráfico de armas. Ella destacó que ya no es solo México quien pide ayuda para frenar este problema; ahora es el propio Departamento de Justicia estadounidense quien reconoce la magnitud del tráfico ilegal. Este cambio en la narrativa podría abrir nuevas puertas para una mayor cooperación en materia de seguridad. 

Las declaraciones de Gertz Manero reflejan una creciente preocupación por el impacto del tráfico ilegal de armas en la violencia y el crimen organizado en México. La identificación de una “conspiración” detrás del flujo constante de armamento desde EU resalta la complejidad del problema y la necesidad imperiosa de estrategias conjuntas para mitigar sus efectos devastadores en la sociedad mexicana.

 

 

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