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El presidente Andrés Manuel López Obrador negó este viernes que exista “militarismo” y “represión” con la reforma que aprobó este jueves la Cámara de Diputados para ceder el control de la Guardia Nacional (GN) al Ejército.

“Acerca de la represión y del militarismo, eso depende de la autoridad civil. En lo nacional, del presidente, ahora de la presidenta, porque de acuerdo a la legislación, a las leyes de las Fuerzas Armadas, el comandante supremo o la comandanta suprema va a ser la presidenta de la república”, afirmó en su conferencia diaria.

El mandatario expresó que está “muy contento y tranquilo” con el aval de la reforma constitucional, que aún debe aprobar el Senado, para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administre la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que él creó en 2019 con la promesa de mantenerlo civil.

El gobernante mexicano justificó que, con un mando militar, habrá la “garantía” que los 130 mil elementos de la Guardia Nacional y sus 500 cuarteles “van a permanecer y van a seguir actuando con rectitud” a diferencia de lo ocurrido con la extinta Policía Federal, acusada de tener nexos con el crimen organizado.

Legisladores de oposición y organizaciones civiles advirtieron de una militarización de todos los ámbitos del país con esta reforma constitucional porque modifica el artículo 129 de la Constitución, que ahora limita las funciones militares en tiempos de paz, una norma que no se ha cambiado desde 1857.

Asimismo, cambia el artículo 21 para eliminar la “garantía orgánica” que obliga a que las instituciones de seguridad pública sean de carácter civil.

Aunque la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado más de mil 700 quejas contra la Guardia Nacional en su Sistema Nacional de Alerta de Violación de Derechos Humanos, López Obrador afirmó que el cuerpo de seguridad y las Fuerzas Armadas no cometen abusos.

“Han estado los integrantes de la Guardia Nacional bajo el mando de oficiales de la Secretaría de la Defensa, no hemos tenido problemas de abuso de autoridad, de violación de derechos humanos, de masacres cometidas por la Guardia Nacional, la gente aprueba el desempeño de la Guardia Nacional”, indicó.

Las tareas de las Fuerzas Armadas crecieron con López Obrador, quien asignó a los militares tareas de seguridad pública, construcción de obras de infraestructura, administración de aduanas y puertos, y la dirección de empresas del Estado, como el Tren Maya.

El mandatario mostró una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que muestra que las tres autoridades con más confianza de la población son la Marina (86.7%), el Ejército (84.3%) y la Guardia Nacional (77.2%).

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