CONTEXTOS

Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC).

Desde hace mucho tiempo los educadores luchamos contra una pandemia que crece vertiginosamente no sólo en las aulas sino en lugares de trabajo e incluso en los hogares: los conocimientos mediocres, el pseudo “saber” y el auto engaño ante la ignorancia.

Así, llegamos a la era exponencial donde la Inteligencia Artificial Generativa tuvo una vertiginosa adopción en distintos sectores económicos. Pero a la par, el 43% de las organizaciones en México tienen un conocimiento superficial de la IA…o de plano la desconocen y la miran como amenaza a sus actuales puestos de trabajo.

Enfrentamos entonces una gran paradoja. En México existe un retraso en torno a la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial (IA), a pesar de los diversos beneficios que ofrece para que las empresas alcancen otro nivel de operaciones. En general se desconocen las capacidades necesarias para su desarrollo, como la ciencia de datos, machine learning, uso ético y analítica básica.

Al mismo tiempo, el 43 % de las compañías en México tienen un conocimiento superficial sobre la IA, por lo que aún no realizan casos de negocios concretos. De manera simultánea, 38% está consciente de que necesita implementarla para alcanzar sus objetivos.

Entre las tareas más proclives para considerar la IA están la toma de decisiones basadas en datos), optimización o reducción de costos (70%), seguridad cibernética (61 %), mejora de la experiencia del cliente (60 %).

A las lagunas de conocimientos que aparecen en la implementación de la IA se suman otros obstáculos como la falta de infraestructura adecuada, carecer de personal capacitado para aprovechar dichas funcionalidades, inexistencia del marco regulatorio en los equipos de trabajo que aborde temas éticos y de seguridad relacionados con el tema.

Ante esto, se necesita que las empresas revisen cuidadosamente sus objetivos de negocio para identificar aquellos que pueden beneficiarse con este tipo de tecnologías. Posteriormente, deben trazar una estrategia que les permita aprovechar todo su potencial, además de considerar un tipo de cultura que posibilite la adopción. Al mismo tiempo deberán observar medidas de ciberseguridad.

Conviene observar ventajas de la IA en seguridad al tener mayor control sobre los activos intelectuales y datos sensibles, con lo que logra protegerse de posibles fugas de información, algoritmos o modelos.

En el área de operaciones facilita el desarrollo de modelos cada vez más precisos y eficientes particularmente en velocidad. Se potencia la confianza en los sistemas, elimina las barreras de ubicación o distancias y se exime a los empleados de trabajar en horarios extremadamente largos o de llevar a cabo tareas operativas que no agregan valor, lo que promueve la innovación y la flexibilidad dentro del ambiente laboral interno.

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