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Mientras la galopante inflación se ubica ya en 4.65 por ciento, la fuerte sequía está provocando seriamente la producción de alimentos en el país.

Mientras la galopante inflación se ubica ya en 4.65 por ciento, la fuerte sequía está provocando seriamente la producción de alimentos en el país, lo cual ha ocasionado que la importación de granos básicos se haya disparado en 20 por ciento entre enero y abril del presente año.

Ese lapso de cuatro meses, México compró al extranjero 16 millones 500 mil toneladas de granos y oleaginosas, una cifra sin precedente para un periodo similar desde que existen registros, y 20 por ciento mayor respecto a las 13 millones 700 mil toneladas reportadas en el mismo lapso del año pasado.

Según datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México, recopiladas por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), la mayor adquisición del país para cubrir la demanda de la población se da en un momento de baja producción nacional, sobre todo en granos indispensables para las familias mexicanas como el maíz y el frijol, cuya producción se ha visto mermada por las sequías extremas.

A causa de ello, durante el primer tercio del año México compró al extranjero, principalmente a Estados Unidos, 8 millones 300 mil toneladas de maíz, en su mayoría amarillo y transgénico, lo que implicó un aumento de 22 por ciento frente a las 6 millones 800 mil toneladas adquiridas en igual lapso de 2023.

Empresarios de Sinaloa, el principal estado productor de maíz, han reportado que el bajo nivel de agua en las presas de la región ha puesto en jaque al grano blanco (utilizado para la masa y las tortillas), al grado que estiman que existe una caída de aproximadamente 40 por ciento en la producción del ciclo otoño-invierno.

Según la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa, de las 540 mil hectáreas destinadas a la siembra del grano sólo se plantaron 300 mil por la intensa sequía.

En el caso del frijol, otro alimento clave en la dieta de los mexicanos, los números son más alarmantes, pues entre enero y abril el país ha importado 163 mil toneladas, lo que implica un récord histórico y un incremento de 169 por ciento en comparación con las 60 mil toneladas que se compraron en igual periodo de 2023.

Las importaciones de frijol han crecido de manera importante, dado que en los primeros cuatro meses de 2022 el país apenas compró 18 mil toneladas, ya que históricamente había sido autosuficiente en este grano.

Por lo cual se advierte que, a causa de la intensa sequía que afecta al territorio nacional, provocará que México aumente sus importaciones de la semilla y de azúcar, sostuvo Juan Carlos Anaya, consultor del GCMA.

Ese organismo estima que la cosecha de frijol en México se reducirá por segundo ciclo consecutivo por la fuerte sequía, pero también por la falta de semillas y de créditos bancarios dirigidos al campo.

Para el ciclo primavera-verano 2024 la producción caerá 10 por ciento respecto a 2023, con un monto previsto de 633 millones de toneladas, alerta.

Sólo en el caso del maíz, que es principalmente de temporal, se prevé que pase de 27.7 millones de toneladas a 24.5 millones, lo cual hará que las importaciones que el año pasado fueron de 19.7 millones se eleven hasta 23 millones, indicó en entrevista.

Es más, la producción del conjunto de granos básicos disminuirá de 40.4 millones a 37.6 millones de toneladas, la caída más baja que se prevé desde 2015, cuando fueron 37.5 millones de toneladas.

Esa realidad, advierten, llevará a importar 43 millones de toneladas, lo que significará compras récord. Es decir, se importará más de lo que produciremos, con lo cual, México se volverá, después de China, el segundo comprador más grande de granos y oleaginosas en el mundo, advirtió el consultor Juan Carlos Anaya.

Señaló que la zafra que acaba de concluir es la más baja de los últimos 10 años con 4.5 millones de toneladas de azúcar, mientras el año pasado fue de 5.2 millones y en 2022 de 6.1 millones.

Por estas razones, los precios al consumidor están en niveles históricos, ya que han subido 23 por ciento. Ante la caída en la producción del dulce, se importarán 650 mil toneladas, lo cual hará que no se eleven tanto los precios, pero aun así desde el año pasado son los más altos de la historia, mencionó el consultor.

También en el sector pecuario se observan problemas, porque en el norte del país han tenido que sacrificar animales y se han elevado los costos a ganaderos y lecheros por el aumento del precio de materias primas como alfalfa, maíz y sorgo forrajero, debido a que hay menos cosechas y hay más demanda.

De hecho, los efectos de la caída de la producción ya se observan en el precio de la tortilla en tiendas de autoservicio, que se incrementó 8.6 por ciento en el último año.

En ese contexto, el consultor de GCMA, Juan Carlos Anaya, advirtió: “Ahora es periodo de siembra del ciclo primavera-verano de maíz, la sequía se mantiene y puede caer aún más la producción; los precios internacionales están a la baja y por el tipo de cambio los productores reciben menos dinero, es una situación difícil”, apuntó.

 

Nota de Abel López Jiménez.

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