Aunque usted no lo crea: una empresa sin experiencia médica, pero contratada en el actual gobierno, no cumplió con el abasto de medicinas y, entre ellas, dejó sin anestesia al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde hay testimonios de anestesiólogos que afirman que los pacientes despiertan o reaccionan a la mitad de las cirugías, con las consecuencias que usted ya se imaginará.
Se trata de la empresa CBH+Especialistas en Innovación Médica, la cual modificó su objeto social en 2021 para proveer servicios de salud y de entrada ganó 14 contratos para la distribución de medicinas, pero incumplió las condiciones establecidas en las licitaciones y no fue capaz de iniciar el servicio integral de anestesia.
Al dejar sin anestesia al IMSS, los directivos se vieron obligados a posponer o cancelar cirugías e incluso hubo pacientes que se despertaron a la mitad de una operación, de acuerdo con el testimonio de anestesiólogos que laboran en hospitales de Segundo y Tercer nivel del Instituto.
En una extensa nota informativa publicada en el portal informativo Animal Político, asegura que los 14 contratos que ganó la citada empresa fueron por más de 1,350 millones de pesos, pero no tuvo la capacidad para cumplir las condiciones establecidas en las licitaciones y tampoco fue capaz de iniciar la distribución del servicio integral de anestesia, la cual debe proveer de 2023 a 2025 en al menos 30 unidades médicas del IMSS.
“Como nosotros habíamos advertido que las máquinas de anestesia no estaban adecuadamente instaladas, el paciente a pesar de tener las dosis necesarias para mantenerse anestesiado –tanto a través de un anestésico inhalado como de fármacos intravenosos–, no teníamos manera fidedigna de corroborarlo porque no contábamos con el monitor de profundidad anestésica que la empresa no llevó, y que era necesario para este tipo de pacientes”, relató uno de los anestesiólogos.
“Sin embargo, por insistencia del jefe de servicio y del director del hospital, lo hicimos. El paciente se despierta justo cuando están anastomosando (uniendo) la arteria, se sale del plano anestésico, se mueve el paciente, intenta levantarse por un acto reflejo, y eso hace que el cirujano lesione la arteria renal; corta la arteria renal y entonces tiene un sangrado masivo que le pudo costar la vida”, reveló aún con el asombro reflejado en el rostro.
Gracias a la experiencia del anestesiólogo y del cirujano –aclara el especialista con más de una década de servicio en un hospital de tercer nivel del IMSS–, el sangrado y la situación pudo ser controlada. El paciente volvió a entrar al plano anestésico, se cambió la técnica de anestesia –por general endovenosa, la cual no depende de una máquina– y se trasladó todavía intubado a terapia intensiva. La habilidad de los médicos logró salvar su vida y la donación.
Sin embargo, dice el anestesiólogo, el riesgo que corrió el paciente era innecesario, pues ya se había advertido que algo así podía pasar con un servicio que presentó diversos incumplimientos desde que debía entrar en operación –el 7 de noviembre de 2023– y evidenció serias fallas, en distintas unidades médicas, de las máquinas que se utilizan para el servicio, la falta de algunos de sus componentes e insumos y la inexperiencia para manejarlas.
“Durante toda esa semana, se estuvieron despertando muchos pacientes, no solamente el que les platico, se despertaron pacientes neuroquirúrgicos, de cirugía de corazón abierto, niños que se salían del plano anestésico. En Pedidatría sucedió en al menos cinco niños, y de adultos como en 17 pacientes. No fue algo menor”, admite el anestesiólogo.
Otros tres especialistas en esa rama, adscritos a diferentes unidades hospitalarias del IMSS, hicieron relatos similares. Esto en un contexto en el que diariamente están funcionando quirófanos a toda hora.
¿Se imagina usted la realidad que viven los pacientes del IMSS que ingresan a diario para cirugías y tener que enfrentar esa realidad causada por un ineficiente contratista que no sabe lo que implica un servicio médico de ese tipo?…
Nota de Abel López Jiménez.