Iberdrola, empresa líder en el sector eléctrico, cerró la venta de una parte significativa de sus activos en México, incluyendo doce centrales de ciclo combinado y un parque eólico, por un total de 6 mil 200 millones de dólares.

Esta transacción, que representa el 55% del negocio de la empresa en país, fue finalizada tras obtener todas las autorizaciones regulatorias necesarias.

La compañía informó sobre este hito a través de un comunicado dirigido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España.

El acuerdo, que fue precedido por un compromiso firmado entre el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, implica la venta de centrales con una capacidad instalada de 8 mil 539 MW, principalmente basadas en ciclos combinados de gas.

Dichas centrales, en su mayoría operadas bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, estaban anteriormente contratadas con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Como parte de la transacción, los más de 460 empleados asociados con estas instalaciones serán transferidos al fideicomiso liderado por México Infrastructure Partners (MIP).

A pesar de esta venta, Iberdrola mantendrá su presencia en México, conservando 15 plantas, así como su actividad comercial y proyectos de energías renovables. La empresa planea seguir expandiendo sus activos eólicos y solares en el país en los próximos años.

El respaldo financiero para esta operación provino del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin), otras instituciones financieras públicas vinculadas al Gobierno mexicano y bancos privados.

Como parte de los términos del acuerdo, Iberdrola ha firmado contratos de compraventa de energía y potencia, así como un contrato de servicios temporales con el fideicomiso liderado por MIP para la gestión transitoria de los activos vendidos.

A pesar de las expectativas iniciales de López Obrador de que esta compra representaría una “nueva nacionalización” al incrementar la participación del sector público en la generación eléctrica del país, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) impuso condiciones para garantizar la independencia operativa de las plantas eléctricas adquiridas respecto a la CFE.

En palabras del presidente mexicano, “los de Iberdrola se portaron bien porque cumplieron” con los requisitos establecidos, lo que indica que el gobierno honrará sus compromisos contractuales al realizar el pago correspondiente.

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